Trabajamos con variedades autóctonas como la Garnacha y la Cariñena y extremamos las atenciones a nuestros viñedos ya que el secreto de nuestra calidad está en cuidar la materia prima.

Aquí se dice que de unos viñedos extraordinarios sale una uva extraordinaria. Y de una uva extraordinaria sale un vino excepcional. Esta es la principal razón por la que solo elaboramos vinos de viñedos propios, algunos con más de cien años de antigüedad. Cuando tienes tesoros como estos no hay nadie mejor que tú mismo para cuidarlos.

Siguiendo las normas de producción ecológica nos esforzamos en obtener vinos con personalidad y marcado carácter ampurdanés y las 125.000 botellas que elaboramos anualmente son el fruto de esta manera de entender el vino.

Avanzamos hacia el futuro sin perder de vista nuestras raíces porque nos gustaría que si nuestros antepasados nos pudiesen ver se sintiesen orgullosos de cómo hacemos las cosas.

Clima

En Garriguella gozamos de un clima Mediterráneo privilegiado para nuestros viñedos: inviernos fríos pero sin ser demasiado intensos y veranos calurosos pero templados por las brisas marinas.

Hasta la Tramuntana, el fuerte viento del norte tan habitual en el Empordà, es una característica favorable para nuestros vinos ya que seca los viñedos, evita humedades y ayuda a encontrar el punto óptimo de maduración. Además, le aporta un carácter propio y nuestros vinos llevan orgullosos su marca.

Suelo

El suelo es la base de donde la uva toma sus nutrientes y el agua que necesita para poder vivir, crecer y madurar. La gran mayoría de nuestra superficie cultivable es terreno pizarroso.

Estos suelos son ácidos, pobres en materia orgánica y tienen muy buen drenaje, condiciones ideales para la plantación de viñedos. Además, les aporta un alto grado de concentración y mineralidad lo que ayuda a dar a nuestros vinos esa marca de terroîr.

Situación

En Mas Llunes somos afortunados de tener un paisaje tan rico y diverso.

Limitamos al norte con los pirineos, que en invierno nos dan unas vista únicas de las montañas nevadas, al este con el Mediterráneo con sus tranquilas aguas y sus playas de arena fina, y al sur con la verde planicie ampurdanesa que cuando la miras te transmite esa tranquilidad tan difícil de encontrar en las ciudades.

El vino hará que vengas pero estas tierras harán que vuelvas.